Las 3 claves del Gestor del Punto de Venta para mejorar la percepción de tu marca.
La gestión del Punto de Venta como herramienta de branding.
junio 28, 2018

En el panorama competitivo actual, el papel del Gestor del Punto de Venta (GPV) es fundamental para establecer una marca y aumentar las ventas. Pero, ¿quién es exactamente un GPV y qué impacto tiene su labor en la marca y en la percepción del consumidor? Antes de abordar estos puntos esenciales, es importante entender la naturaleza de su trabajo.
Un Gestor del Punto de Venta es el eslabón directo entre la marca y sus distribuidores, y actúa como un embajador de la marca en el punto de venta. Esta figura tiene la responsabilidad de conocer en profundidad los productos que representa y transmitir ese conocimiento a los distribuidores y al consumidor final.
Las 3 claves que te ayudarán a incrementar tus ventas y mejorar tu imagen de marca:
1. Aporta conocimiento a tus distribuidores
Es de vital importancia que los responsables de ventas, los intermediarios y todos aquellos que están en contacto directo con tu marca y productos posean un profundo conocimiento sobre ellos. Este conocimiento debe abarcar no solo los aspectos técnicos y características de los productos, sino también sus beneficios, ventajas competitivas y propuesta de valor única.
Un Gestor del Punto de Venta (GPV) altamente capacitado no solo posee este conocimiento, sino que también tiene la habilidad de comunicarlo de manera efectiva. El GPV actúa como un educador, proporcionando a los distribuidores la información necesaria para presentar los productos de manera atractiva y convincente a los consumidores.
No se trata simplemente de recitar características y especificaciones técnicas; un buen GPV crea una narrativa convincente que realza el valor y los beneficios únicos de los productos, de manera que estos puedan ser transmitidos claramente al cliente final.
El GPV juega un papel importante en la formación continua de los distribuidores, garantizando que estén al tanto de las actualizaciones de los productos, cambios en las estrategias de marketing y cualquier otra información relevante.
2. Utiliza las relaciones personales basadas en la confianza como palanca de crecimiento de tu marca
El Gestor del Punto de Venta juega un papel crucial en la construcción de relaciones de confianza con los responsables del punto de venta. Las habilidades interpersonales y la empatía son esenciales en este aspecto. Un GPV efectivo sabe cómo cultivar relaciones sólidas y duraderas basadas en la confianza, el respeto mutuo y la comprensión.
Este aspecto de la labor del GPV es particularmente importante cuando surgen problemas o incidencias. En tales casos, es esencial que el Gestor del Punto de Venta actúe de manera rápida, eficiente y transparente, garantizando que las cuestiones se resuelvan satisfactoriamente. Este compromiso con la solución de problemas y la satisfacción del cliente refuerza la percepción de la marca como un socio confiable y valioso.
3. Demuéstrales por qué tu producto puede ayudarles a vender más
A todos nos gusta tener la percepción de que trabajamos con los mejores. De igual forma, a los puntos de venta quieren ofrecer a sus clientes la mejor oferta (surtido, promoción, experiencia de compra…)
Un GPV efectivo debe ser capaz de demostrar el valor comercial de los productos de la marca. Esta tarea implica la capacidad de presentar casos de éxito, datos de ventas y cualquier otra evidencia que demuestre cómo la marca ha logrado aumentar las ventas en otros puntos de venta.
El Gestor del Punto de Venta debe ser capaz de traducir estas historias de éxito en argumentos convincentes de por qué los productos de la marca pueden ayudar al punto de venta a incrementar sus propias ventas. Esto puede incluir discusiones sobre las tendencias del mercado, la demanda del consumidor, las características únicas del producto y otras variables que pueden impactar en las ventas.
En conclusión, un Gestor del Punto de Venta eficaz sabe combinar la habilidad de ganarse a los responsables del punto de venta a través del trato personal y el servicio ofrecido, con hechos y realidades beneficiosas para el punto de venta.