Los desafíos de un director de ventas en la era digital
Lejos de ser una realidad para el futuro, el proceso de transformación digital es algo que las empresas deberían haber empezado a emprender hace años.
noviembre 28, 2019

¿Cuáles son los desafíos de la era digital al director de ventas? Muchas dieron primeros pasos incluyendo nuevas tecnologías a sus procesos y creando puestos de trabajo en los que determinadas competencias digitales eran necesarias. Sin embargo, digitalizar no es transformarse digitalmente.
Para lograr esto último es necesario ser más eficientes, buscar nuevas oportunidades, diversificar nuestros negocios y, sobre todo, un cambio en la mentalidad cultural que permita una transformación de todo el engranaje empresarial. Esto implica, evidentemente, introducir cambios en todos los departamentos, incluido el de ventas.
Sin embargo, el proceso puede no ser tan sencillo como lo planteamos en un inicio ya que, al igual que infinitas ventajas, la era digital también plantea una serie de desafíos al director de ventas.
El director de ventas en la era digital: Ventajas y Desafíos
Invertir en tecnología
Que las empresas apuesten por la investigación y la innovación ha sido siempre un básico para alcanzar el éxito, pero en los últimos años se ha convertido en un imprescindible para su supervivencia incluso.
En la era digital, esta inversión se focaliza sobre todo en el ámbito tecnológico. Ya lo predijo en el año 2012 un estudio de Gartner que apuntaba que en 2017 los directores de marketing gastarían más en tecnologías digitales que los directores de tecnología. Y así con todos los departamentos, se necesitan recursos para disponer de las herramientas tecnológicas adecuadas que nos permitan alcanzar nuestros nuevos objetivos.
Además, la inversión en tecnología no solo se limita a la adquisición de las últimas herramientas o plataformas. También implica la inversión en capacitación y desarrollo de habilidades para el personal, para asegurarse de que pueden manejar y maximizar estas nuevas tecnologías.
Competitividad constante
Con enamorar una vez no basta. En la era digital hay que construirse una buena reputación que atraiga a los clientes primero, y tratar de conquistarlos, después –y para siempre–.
Los clientes digitales tienen frente a sí muchas más opciones y mucho menos tiempo para valorarlas. También tienen una mayor capacidad prescriptora y, lo que es más importante, han desarrollado una fiebre por la innovación y el cambio constantes. Todo esto repercute en la forma de vender de nuestros equipos de ventas que deberán simplificar los mensajes y demostrarles que los productos que venden resuelven sus problemas y atienden sus necesidades.
La relación con el cliente no acaba en la venta. Los clientes de hoy esperan un servicio posventa excepcional, buscan una experiencia completa y personalizada. Así, el director de ventas debe liderar a su equipo en la creación de relaciones sólidas y duraderas con los clientes, convirtiéndose en un verdadero socio estratégico para ellos.
Nuevo liderazgo
Estos cambios también exigen una evolución en el papel del director de ventas. Más allá de adquirir conocimientos digitales, este puesto requiere cada vez más habilidades como el trabajo en equipo, la toma de decisiones basada en datos y la aplicación de tendencias de diseño organizativo.
En este contexto, el papel del director de ventas no solo implica la supervisión y dirección de las actividades de ventas, sino también una comprensión profunda y actualizada de la tecnología y las tendencias del mercado. Es por eso que la capacitación continua y la disposición para adaptarse a los cambios son vitales para asegurar el éxito de un director de ventas en la era digital.
El director de ventas moderno debe ser capaz de navegar por la complejidad de la digitalización, siempre buscando formas de mejorar la eficiencia, explorar nuevas oportunidades y mantener a la empresa competitiva en un mercado en constante cambio. Al final, la capacidad de un director de ventas para liderar a su equipo a través de esta era digital determinará en gran medida el éxito y la supervivencia de la empresa en el nuevo paisaje empresarial.