Gran consumo: Las 5 grandes amenazas del sector

junio 14, 2023

Gran consumo

El gran consumo se enfrenta a diversos desafíos. El avance de las nuevas tecnologías, los nuevos hábitos de consumo del comprador surgidos tras la pandemia mundial o el aumento de la competitividad, motivado, en parte, por un mundo cada vez más globalizado y competitivo… ¿Cómo va a evolucionar el sector y cómo debe adaptarse a estos cambios?

Características del sector del gran consumo

El primer paso es identificar las características principales del Gran Consumo. Si bien es cierto que resultará imposible realizar una radiografía exacta de todas las particularidades del sector, sí podemos dibujar los principales rasgos.

La amplia variedad de productos es, seguramente, el principal rasgo diferencial del sector del gran consumo. Y es que, se trata de un sector que abarca una amplia gama de productos: desde alimentos y bebidas hasta productos de cuidado personal, limpieza del hogar y electrónica de consumo.

Al tratarse de productos de alta demanda y alta rotación, las compañías de este sector también deben de hacer frente a una nueva complicación: la capacidad de satisfacer a las diferentes fluctuaciones de la demanda. Los consumidores suelen comprar productos de forma regular, lo que implica una demanda constante y la necesidad de mantener un flujo de suministro y reposición de inventario impecable.

Por último, la sensibilidad al precio es otro punto determinante del sector del gran consumo. En muchas ocasiones, se tratan de productos de primera necesidad, por lo que los individuos necesitan adquirirlos casi de manera recurrente. El precio resulta un condicionante de compra relevante por las marcas deben de poner especial atención a este punto.

5 grandes amenazas del sector del gran consumo

¿Cuáles so las principales amenazas del sector del gran consumo? ¿Cómo adelantarse a los posibles retos que puedan acontecer? Según diversos estudios, estos son las principales amenazas a las que, los profesionales del sector, deben hacer frente.

1. Resiliencia a los cambios de hábito del consumidor

La pandemia mundial vivida en 2019 obligo a toda la humanidad a cambiar su estilo de vida. Este cambio de estilo también afecta a la manera en la que compramos. Las marcas han de ser capaces de sobreponerse a las nuevas necesidades que plantea la sociedad.

En la era digital, los consumidores están optando cada vez más por comprar productos en línea, lo que ha llevado a un crecimiento exponencial del comercio electrónico. De hecho, según apuntan desde Just Retail el 44% de los consumidores ha aumentado su frecuencia de consumo de productos online.

2. Lucha de precios

Las marcas blancas han permitido paliar uno de los principales pains de los consumidores: el precio. Aunque, del mismo modo, las marcas blancas han obligado a todas las compañías del sector del gran consumo a replantear su estructura de costes sin que ello afecte a la calidad de sus productos.

Cada vez más minoristas están invirtiendo en el desarrollo de sus propias marcas, ofreciendo productos de calidad comparable a precios más bajos. Para competir con éxito, las empresas deben enfocarse en la innovación, la calidad y la diferenciación de sus productos para ofrecer un valor agregado que los consumidores no encuentren en las marcas propias.

3. Un mercado cada vez más competido

Cada vez hay más competidores luchando por quedarse con un pedacito de la tarta. El mercado del gran consumo está saturado con una amplia gama de productos y marcas. Esto dificulta la diferenciación y la captación de la atención de los consumidores. Las empresas deben invertir en estrategias de marketing efectivas para destacar y conectarse emocionalmente con su público objetivo.

En el futuro inmediato, las compañías que quieran ser competitivas necesitarán invertir en estrategias que les permitan crear un imaginario positivo alrededor de sus productos. El marketing y los contenidos serán cada vez más importantes para el gran consumo. Además, es importante realizar estudios de mercado para identificar nichos específicos y segmentos de clientes que puedan ofrecer oportunidades de crecimiento.

4. Protagonismo de la cadena de suministro

Una de las principales características del sector del gran consumo es la necesidad de satisfacer las necesidades del mercado en un tiempo récord. La cadena de suministro juega un papel clave en el sector. Los cambios en la logística, el transporte y las regulaciones pueden representar una amenaza para las empresas. Es fundamental contar con una cadena de suministro eficiente y resiliente que pueda adaptarse rápidamente a los cambios del mercado y garantizar la disponibilidad de productos en los puntos de venta.

5. Nuevas necesidades de la sociedad

Según apuntan desde Puro Marketing, el 69% de los consumidores están dispuestos a incrementar su inversión en la compra de productos que respeten sus valores éticos. En el futuro inmediato, las empresas de gran consumo serán éticas o no serán.

Cada vez más consumidores se preocupan por el impacto ambiental y social de los productos que compran. Las empresas del sector del gran consumo deben abordar estas preocupaciones y adaptarse a las demandas de sostenibilidad y responsabilidad social.

Esto implica utilizar prácticas de producción sostenibles, reducir el desperdicio de alimentos, promover la transparencia en la cadena de suministro y participar en iniciativas que beneficien a la comunidad y al medio ambiente.